sábado, 29 de agosto de 2009

Intimidad entre el ajetreo

Kenneth se gira hacia mí, algo socarrón, y me dice, entre fuego enemigo:
Kenneth: Las placas de esos tíos no son tan reales como las balas que disparan. Creo que los dos únicos polis de verdad que quedan en esta maldita ciudad van en este coche.
Tranquilizante es, desde luego, incluso hasta halagador. No me gusta disparar a polis, no quiero hacerlo, sería fallar, no solo a mí mismo, sino a todo el puñetero cuerpo de policía entero. Un poli tiene familia, un asesino de polis, sencillamente, no merece tener una. Y, desde luego, la familia de un asesino de polis, en caso de existir, está mucho mejor sin él.
Para tener una bala en el cuerpo (¿o le atravesó limpiamente? Debería preguntarle cuando vuelva a verle...) Theo conduce de miedo, esquivando cadáveres. No se si lo hace por consideración a los difuntos o porque conoce los riesgos de pasar sobre un cuerpo humano. Contrariamente a lo que sale en las película, el impacto de un hombre contra un coche puede ser suficiente para descalabrar un jodido coche entero...
A mi lado, Dana se acomoda en el asiento. Todavía no sé absolutamente nada sobre el nuevo grupo, y mira que ya sabía poco respecto al anterior.
Joe: No es que me importe viendo las circunstancias, pero ¿tienes licencia para eso?
Es un vieja manía de los viejos tiempos. Los malos tiempos. Los tiempos del todo o nada. Que parecen volver por segundos.
Dana: Si te refieres a si tengo licencia de armas, sí, la tengo. - entonces, simplemente, espero que seas endiabladamente buena usándola, porque no podemos perder ni una puta bala... - Y tú, ¿estás en condiciones para otro tiroteo?
Touché. No soy el más indicado para hablar de destreza con las armas, visto mi condición.
Joe: Creo que podré vaciar un cargador antes de estirar la pata... - malos pensamientos, viejo, suspiro para aliviar tensión. Lucy siempre me dijo que el humor era bueno para hacer amigos, vamos a ver qué tal se me da - Es broma, si el corazón no me falla, intentaré subir mis récords personales. ¿Preocupada?
Dana: En realidad no. - me sonríe guiñándome un ojo, algo me dice que es mejor persona de lo que aparenta, tengo una buena corazonada - Es por saber dónde hay otra arma disponible, si palmas no creo que te importe que la coja ¿no? - una nueva ráfaga de disparos impacta contra el coche, me cago en la puta... - Sólo espero que aguantes hasta que lleguemos al metro, allí no tendremos que preocuparnos de disparar a nadie.
¿Al metro? ¿Quién ha decidido ir al metro? Dana ve mi cara de "no sé qué puñetas está pasando aquí" y me dedica una sonrisa a medias que vendría a significar "te has perdido muchas cosas". En fin, ya llegará el momento de las respuestas, sé que llegará...
No puedo evitar sonreír. Me cae bien. Conocí a una chica en comisaría, una novata que estaba de prácticas, que tenía la misma jovialidad e ímpetu que Dana. Opositó a sargenta y no volví a saber de ella. Espero que esté bien...
Joe: Bueno, pues entonces cuida de ésta. - le muestro la pistola de mi sobaquera, una fea palabra para lo que significa - Se llama Joyce, y lleva conmigo demasiados años como para que se quede tirada por ahí.
Dana: Yo me encargo. - es bueno saber que mi pequeña no caerá en el olvido demasiado pronto - Pero no sé qué manía tenéis los hombres de ponerle nombre de chicas a las armas. Espero que Holly no tenga celos.
Tocado y hundido. El dedo entero en la llaga. Me hundo en mi asiento. Como cada vez que la recuerdo, pierdo la fuerza en todo mi cuerpo. No es culpa suya, desde luego sería un cabrón y un cretino si me enfadase con ella. A fin de cuentas, no llevo mi biografía en la frente.
Joe: Holly... No estará celosa. Ella... Ella... Un borracho hijo de puta se la llevó por delante, se la llevó de mi lado... Hace unos años... Cuando todavía me funcionaba bien el corazón. Creo que fue por ella por lo que se me rompió...
No sé por qué me sincero tanto, si no pude hacerlo con Riggs, mi mejor amigo. Supongo que veo cerca mi fin y necesito ponerme en paz con el mundo. Mejor soltar toda la mierda aquí que llevársela al otro mundo, el Señor me tenga en su Gloria...
Dana: ...Joe... lo siento, no lo sabía, perdona por habértela recordado, es que - ¡BLAM! ¡Joder, casi le revientan la puta cabeza! - ¡Joder! ¡Es que no puede una ni tener un momento de tranquilidad!
Dispara con furia contra el coche M16, de la comisaría de SuPutaMadre, que intenta embestirnos. A causa de un maldito bache, yerra el tiro. Aún así, no se ha alejado mucho del blanco.
Dana: ¡Mierda de día!
Sin pensarlo dos veces, quizá ni una, abro fuego contra el puto coche. Jodidos cabrones. Que se jodan, que os jodan a todos. ¡Iros al Infierno!
Y segundos más tarde contemplo atónito cómo, ya sea por haber liquidado al conductor, o porque éste se ha puesto nervioso con los disparos (no he alcanzado a ver una mierda), el coche M16 da un bandazo y se estampa contra un árbol. Dios santo, el copiloto ha atravesado el parabrisas y tiene la cabeza abierta como un melón maduro...

3 comentarios: